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Por qué ver Internados para Niños Rebeldes como una opción

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Antes de que un padre se disponga a ver internados para niños rebeldes, es normal que primero se pregunte a sí mismo: ¿es realmente lo que quiero para mi hijo?

Existe un temor mal infundado hacia los internados, en buena mediad por el desconocimiento real de lo que se realiza en estos lugares.

Por esta razón, en esta oportunidad te presentamos las principales razones, además de lo académico, para considerar a un internado como una opción real de formación para un niño rebelde.

Ambiente normativo

Al ver internados para niños rebeldes lo que un padre busca normalmente es que alguien lo ayude a controlar a su hijo. No obstante, lo que en realidad requiere y encuentra en un internado, es un equipo de profesionales cono los conocimientos psicopedagógicos necesarios para tratar con posibles situaciones conflictivas, teniendo en la mayoría de los casos mejores resultados que los padres.

Y no se trata de que sean “malos padres”, sino que invariablemente la madre y el padre se ven afectados emocionalmente al tratar de imponer sus reglas a su hijo, pensando que le ocasionarán algún tipo de trauma conforme vaya creciendo o incluso un odio hacia ellos.

Por la tutela a tiempo completo

Aunado a la rebeldía del niño, algunas veces son las circunstancias de la familia las cuales hacen que recurrir a un internado sea la opción ideal. ¿Qué circunstancias? El que por motivos profesionales, personales o familiares deban desplazarse de manera continua y no dispongan del tiempo ideal para educar al niño, por ejemplo.

El profesorado de un internado está calificado para que los niños aprovechen sus capacidades al máximo. Los tutores se encargan de los problemas extraescolares y privados que tenga el menor. Los formadores participan de manera activa en todas las áreas de vida del niño, como la deportiva y los grupos de trabajo.

Por la convivencia

Hoy en día, el desarrollo de competencias de carácter social es casi tan importante como una buena formación académica. Es ahí cuando el trabajo que se realiza en un internado en torno a la inteligencia emocional terminará por abrirle al menor muchas puertas a nivel profesional cuando sea mayor.

Pero esto también resulta especialmente útil en su vida social y privada, pues obtiene un mayor respeto por sí mismo y por los demás, creando simpatía y rodeándose de otras personas que lo ayudarán a tener una vida exitosa en todo sentido.

Actividades extracurriculares

La mayoría de los internados cuentan con distintas actividades que, además de ayudar a la formación de los menores, funcionan para que la añoranza por el hogar sea menor al igual que el tiempo de aburrimiento.

Entre las actividades más comunes que hay en los internados se encuentra el fútbol, el básquetbol, ping-pong, así como actividades de expresión musical o artística.

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