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Centro de ayuda para Jóvenes con Problemas de Conducta

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Nadie dijo que ser padre o madre fuera una tarea sencilla, pero cuando se cuenta con un hijo en casa cuyo comportamiento es rebelde, la labor de educarlo parece poco menos que imposible.

Los problemas de rebeldía son mucho más que simples “berrinches”, ya que rápidamente se convierten en verdaderos conflictos que terminan por afectar no sólo a los padres, sino a la familia entera.

Es común que uno de los padres o algún amigo de la familia intente justificar los problemas de conducta bajo el argumento de que el menor está pasando por una etapa difícil en su vida. Y en parte tienen razón, pues la etapa donde los hijos se vuelven más rebeldes y desafiantes hacia toda figura de autoridad es la adolescencia, justo cuando el ser humano vive una gran cantidad de cambios tanto físicos como mentales.

A pesar de ello, resulta injustificable el que la desobediencia alcance un nivel tan alto que se llegue al punto de contar con un hijo aparentemente ingobernable que hace lo que le viene en gana, sin temor a ningún tipo de regalo o castigo.

Debido a esto es altamente recomendable considerar internar a su hijo en un centro de ayuda para jóvenes con problemas de conducta, pues no hay nadie mejor que los especialistas para tratar con este tipo de situaciones.

Ahí, el menor llevará a cabo una rehabilitación que en resumidas cuentas puede dividirse en las siguientes etapas:

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  • Ingreso del joven a las instalaciones, donde permanecerá interno
  • Acondicionamiento en un nivel físico
  • Inhibición de la violencia
  • Sesiones de psicoterapia en un nivel individual
  • Integración a las terapias a nivel grupal
  • Educación ética
  • Educación espiritual
  • Concientización de la conducta
  • Valoración de la familia, incluyendo cada miembro de la misma como el conjunto de ella
  • Autocontrol
  • Egreso de las instalaciones
  • Visitas periódicas para revisión de los resultados

Es común que un hijo rebelde comience a consumir alcohol y otro tipo de drogas. Peor aún, no es raro que enseguida comience a cometer actos criminales que pueden poner en riesgo no sólo su libertad, sino inclusive su vida.

Si tienes en tu caso un hijo con actitud rebelde no lo pienses mucho y actúa antes y busca un centro de ayuda para jóvenes con problemas de conducta, antes que sea demasiado tarde.

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