La base de los internados cristianos para jóvenes, como su nombre así lo sugiere, es la formación humano cristiana de los alumnos inscritos.
Así, para lograr los fines educativos perseguidos en este tipo de internados, son tres los pilares que resultan ser fundamentales:
Convivencia
Si se desea que el crecimiento de la persona sea completo, es vital siempre tener en consideración la importancia de mantener una relación cercana y respetuosa, tanto con los profesores y personal del internado, como con los propios compañeros.
Para que la convivencia sea una grata experiencia para todos es necesario mantener en todo momento el respeto, incluyendo las pertenencias materiales de los compañeros y del internado, y evitar la violencia (tanto física como verbal).
Otro factor a tomar en cuenta en ese sentido es la permanente participación de todos y cada uno de los alumnos en las distintas actividades programadas en el internado, la cuales además de tener como fin el fomento de la convivencia también buscan el crecimiento cultural, deportivo o religioso del individuo.
Trabajo
El que el estudiante vaya adquiriendo el hábito del trabajo es uno de los objetivos primordiales de este tipo de lugares, ya que a mediano y largo plazo esto termina por traducirse en un esfuerzo permanente de superación personal.
Este trabajo se lleva a cabo con una atención al proceso de aprendizaje sostenido en el aula, así como con las tareas que se le encomiendan realice cada día, sumadas a las actividades relacionadas directamente con el lugar, como por ejemplo la limpieza y la recogida del comedor, lo que en su conjunto logra que el internado pueda continuar funcionando de manera apropiada.
Oración
Sin duda el elemento más distintivo de los internados cristianos para jóvenes, en donde se parte de que la dimensión religiosa es fundamental para lograr un desarrollo maduro y equilibrado en toda persona.
Es precisamente debido a ello que se le brinda mucha importancia a la oración, acompañando al joven en todo momento en su crecimiento en la fe, lo que a su vez termina por convertirse en una oración que va desde el respeto hasta la búsqueda pura y sincera de Dios.
Desde luego hay otras reglas y normas a cumplir en estos lugares, pero tratándose de los internados cristianos estos suelen ser los pilares esenciales del proceso educativo, los cuales deben asumirse y vivirse para permanecer ahí.
