Mucho se dice sobre las escuelas para niños con problemas de conducta. Algunas cosas son ciertas, y otras más bien son mitos que se han venido pasando de boca en boca, generación tras generación.
Al respecto, cuando los padres cuentan con un niño que muestra un mal comportamiento en reiteradas ocasiones, es común hacerse un sinfín de preguntas sobre estos lugares.
Sin duda, una de las dudas más grandes acerca de qué tipos se comportamientos son tratados en ellos. Motivados por ello, es que en esta oportunidad decidimos dedicar este artículo a hablar un poco sobre los casos en los que recurrir a escuelas para niños con problemas de conducta podría ser una gran idea.
Agresividad: el niño muestra conductas agresivas, incluyendo levantar la voz, dirigirse a las personas con palabras altisonantes, y por supuesto golpear o patear ya sea a otras personas u objetos- Depresión: si el menor padece de esta enfermedad caracterizada por episodios de una tristeza profunda, pérdida de interés por prácticamente todo y en general un decaimiento en su estado de ánimo
- Nula o muy poca tolerancia a situaciones frustrantes: cuando el infante reacciona de mala manera ante situaciones que no son de su agrado por cualquier razón
- Incapacidad de controlar impulsos: ésta aparece cuando en el momento en que el niño reacciona de manera arrebatada ante ciertos estímulos
- Trastorno oposicionista desafiante: sus síntomas incluyen comportamiento desafiante, agresividad, deseo de venganza e irritabilidad
- Bajo desempeño escolar: el que el menor baje de calificaciones de manera repentina y no vuelva a subirlas por un largo período, es señal de alarma
- Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH): cuando un niño padece de TDAH, le es complicado prestar atención no sólo en clase, sino a instrucciones sencillas dadas por los padres, al igual que ser muy “inquieto”.
- Baja autoestima: cuando al niño le resulta difícil sentirse valioso por quien es, y como consecuencia, indigno de ser amado por otras personas
- Abuso de sustancias: cuando se es adicto a algún tipo de droga, sin importar si se trata de una legal o una ilegal
- Sentimientos de inadecuación por ser hijo adoptado: es común que un niño se sienta “extraño” o “perdido” cuando descubre que quienes creía eran sus padres, en realidad no lo son.
- Duelo tras haber perdido a un ser querido: para todos es complicado saber que no verá más a un ser querido. En el caso de un niño, es un problema que puede agravarse si no se trata a tiempo
Son más los problemas y situaciones que en estas escuelas son atendidas, pero esperamos este pequeño listado te sirva de apoyo para saber si recurrir a una de ellas es una buena opción para tu hijo, o no.
